La meditación, la práctica de
silenciar la mente, ha sido comprobada como una manera importante de mejorar la
salud, prevenir muchas enfermedades vinculadas con el estrés y lograr un
equilibrio emocional. Desde varios años atrás
el término en inglés “mindfulness” ha sido utilizado para describir el estado
de conciencia al que lleva la meditación: un estado en donde estás plenamente
presente, enfocado en lo que tienes enfrente y alrededor de ti en este momento,
sin pensar en cosas del pasado ni el futuro, sin preocuparte de nada, con toda
tu atención puesta en el “aquí y ahora”.
Hay varias maneras de lograr este estado feliz y renovador; entre ellas,
una de las más eficaces es el movimiento físico.
El movimiento del cuerpo es tan
natural que lo damos por sentado y olvidamos la alegría pura que sentimos de
niños cuando nos movíamos naturalmente y por gusto. Hay movimientos físicos, sencillos y aptos
para todas las edades, que nos traen la sensación de bienestar profundo. Nos ayudan a despertar el flujo natural de la
energía en el cuerpo, que a menudo se encuentra bloqueada por hábitos y preocupaciones. En muchos casos la vida moderna nos tiene
sentados un gran parte del día y perdemos el placer de gozar todo el rango de
movimiento que es propio de un cuerpo sano y vivo. El proceso de moverse ayuda a la circulación
de la sangre, la respiración, la flexibilidad y el equilibro. Más allá de todos estos beneficios, hay algunas
secuencias de movimientos que nos pueden llevar directamente al estado de
“mindfulness”, donde logramos suspender por un tiempo el flujo del diálogo
interno repetitivo, dejándonos experimentar por un tiempo la sensación de estar
completamente presentes con todo nuestra atención y con todo el ser. Claro que después vuelve el diálogo
repetitivo, pero entre más practicamos el silencio interior, más capacidad
tenemos para recobrar estos momentos de claridad cuando queramos. Hasta uno puede lograr mantener una parte de
la mente tranquila, sin prisa, sin la sensación de presiones, y a la vez
funcionar muy bien en la vida cotidiana.
Uno de los más interesantes y
eficaces sistemas de movimientos que promueve el flujo natural de la energía en
el cuerpo y el estado de mindfulness tiene sus raices en movimientos vinculados
con un linaje de chamanismo mexicano, influido por el conocimiento de la
medicina occidental y la medicina oriental.
Este sistema se llama Being Energy®, palabras que significan la energía
de ser, es decir, la energía básica que nos mantiene vivos. Cuando esta energía fluye, sin bloqueos ni
estancamiento, nos sentimos diferentes, más vivos, más capaces de recibir los
golpes de la vida cotidiana sin daño, más resistentes. Pero sobre todo, nos sentimos más felices y
equilibrados, no importa qué esté pasando alrededor. Es una certeza, hasta en los huesos, de que
la vida en sí es suficiente, auto-explicativa y completa.
Tom
Reavley
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